Cómo romper la rutina sexual

La rutina es el principal enemigo de la pareja. Y no hablamos sólo de las personas que integran la pareja, sino también de espacios como la cama. La cama, leída metafóricamente y como símbolo del sexo, es una de las más perjudicadas en la monotonía de las relaciones.

¿Qué ocurre en el sexo de la pareja?
Es sencillo. El sexo esporádico dota a nuestra vida de emoción, de vivir el momento salvajemente, de desinhibirnos por completo de miedos, pudores y prejuicios. Sin embargo, el sexo con pareja es distinto. Sabemos que tenemos a nuestra pareja a nuestro lado, sabemos que podemos hacer el amor con ella cuando deseemos, sabemos que dormimos a diario con ella y, por lo tanto, el sexo puede dejar de ser emocionante y aventurero.
Nuestra pareja es quien mejor nos conoce, por eso mismo, es con quién más podemos disfrutar del sexo. Créetelo: como él te toque, pocos amantes de una noche lograrán hacerlo jamás. Esa es una de las grandes ventajas y delicias de tener pareja estable. El enemigo de la rutina es inevitable que aparezca, debemos de luchar para impedir que esa rutina se apodere de nuestras sábanas y aumentar la pasión en nuestra relación.

¿Cómo combatir la rutina sexual?
La confianza que tienes con tu pareja es uno de los puntos fuertes para poder empezar a jugar y a divertirte con las fantasías sexuales que todas tenemos en la cabeza. Hay multitud de juegos sexuales con los que podrás romper la rutina y disfrutar del sexo como nunca. Lo único que necesitas es imaginación, confianza y desinhibición. Si los dos estáis en la misma onda, el sexo volverá a ser increíble.

Juguetes sexuales
Como ya os hemos dicho, la imaginación y la desinhibición son las armas más potentes para la lucha contra la rutina sexual; pero también podemos usarnos de algunos juegos sexuales que nos darán el empujoncito que necesitamos para poder dar rienda suelta a nuestra creatividad.

• Las esposas. Son un juego muy recurrido y útil para jugar con temas picantes. Atar las manos e inmovilizar a tu pareja consigue que seas tú la única responsable en darle placer. A la inversa, es también de lo más excitante. Pruébalo y te sorprenderás.

• Los ojos tapados. Usa un pañuelo, un trozo de tela o cualquier pedazo que pueda servirte de antifaz. La idea es que los ojos estén bien tapados y que el sentido de la vista, el más usado por las personas, quede inhabilitado y, de este modo, se activen otros sentidos como el tacto, el sabor o el olor. Una explosión sensorial que conseguirá derretiros de placer.

• Respira todo el cuerpo. Este truco es sencillo y la mar de placentero. Simplemente, debes pasar tu boca muy cerca de sitios erógenos como son las orejas, la nuca, el ombligo, la barriga. Deja que el aire de tu aliento roce su piel y, sin apenas tocarlo, estará al rojo vivo.

Experimenta tú también
Cualquier objeto, prenda o sabor puede ser sexual. Aprende a mirar el mundo con un poco más de picardía y verás cómo una multitud de juegos divertidos pasan por tu cabeza.
Sólo necesitas eso: una actitud más picante y ganas de mejorar la vida sexual.